te pedimos Padre, que liberes
nuestra casa de todo mal,
nuestra casa de todo mal,
de todo pecado cometido en ella incluso
antes de que viviéramos aquí.
antes de que viviéramos aquí.
En el nombre de Jesucristo,
que con su muerte y resurrección
venció al reino de las tinieblas,
que nada ni nadie haga mal
a nuestras familias, vecinos y amigos,
compañeros de trabajo, de estudio,
hermanos de sangre, hermanos en el Espíritu.
En el nombre de Jesucristo,
que todo agente de mal quede atado
para no perturbar la vida de nuestra casa,
de nuestro trabajo terrenal y espiritual,
de nuestras súplicas y oraciones,
de nuestros negocios y estudios,
de nuestra salud, de nuestras finanzas,
y de toda obra que hagamos
que con su muerte y resurrección
venció al reino de las tinieblas,
que nada ni nadie haga mal
a nuestras familias, vecinos y amigos,
compañeros de trabajo, de estudio,
hermanos de sangre, hermanos en el Espíritu.
En el nombre de Jesucristo,
que todo agente de mal quede atado
para no perturbar la vida de nuestra casa,
de nuestro trabajo terrenal y espiritual,
de nuestras súplicas y oraciones,
de nuestros negocios y estudios,
de nuestra salud, de nuestras finanzas,
y de toda obra que hagamos
en este día y para siempre.
En el nombre de Jesucristo,
que todo espíritu maligno que perturba
En el nombre de Jesucristo,
que todo espíritu maligno que perturba
nuestra casa quede atado
con cadenas irrompibles
y sea enviado a los pies
de nuestro Señor Jesucristo
para que El lo envíe al lugar donde debe estar.
de nuestro Señor Jesucristo
para que El lo envíe al lugar donde debe estar.
Que el poder de la Sangre preciosa de Jesucristo
cubra nuestra ciudad y nuestros hogares
en todos sus ángulos y rincones,
que una legión de ángeles escolte a quienes
en esta ciudad murieron sin amor,
los que fueron asesinados o cometieron suicidio
o murieron en la angustia, miedos
cubra nuestra ciudad y nuestros hogares
en todos sus ángulos y rincones,
que una legión de ángeles escolte a quienes
en esta ciudad murieron sin amor,
los que fueron asesinados o cometieron suicidio
o murieron en la angustia, miedos
o cualquier forma de atadura con el mal,
perdónalos y libéralos
para que puedan contemplar tu rostro en el Cielo.
perdónalos y libéralos
para que puedan contemplar tu rostro en el Cielo.
¡Oh Espíritu Santo!
inunda nuestras casas, nuestros centros de trabajo,
calles, plazas y parques, trayendo la conversión de Dios,
la paz y la alegría de vivir como hijos de Dios.
Amén