Mi Papá es una silla

 “Mi papá es una silla”
Dijo la niña en medio de la clase y todos lo miraron sin entender semejante concepto.

Los pequeños sabían que había padres vendedores, bomberos y hasta equilibristas, pero papàs que fuesen sillas… no eso, nunca.

La maestra preguntó a la niña el por qué tal afirmación.

- Porque con él me siento cómoda.




- Pero eso no lo convierte en una silla- respondió confundida la maestra.


La niña prosiguió:

- Porque puedo descansar en él y porque si no alcanzo algo que quiero, él me ayuda y así sí puedo. Porque él es firme, fuerte y se que con él, nunca me voy a caer.

Sonó el timbre del recreo.

Todos los niños salieron a jugar pensando que un papá se parece mucho a una silla: cómoda, fuerte y firme.