Cómo se mide la vida



No se mide por la persona con la que sales,
ni por el número de personas con las que has salido.

No se mide por la fama de tu familia,
por el dinero que tienes,
por la marca de coche que manejas,
ni por el lugar donde estudias o trabajas.

No se mide por lo guapo ni por lo feo que eres,
por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos,
ni por el tipo de música que te gusta.

 La vida, simplemente, es otra cosa.

LA VIDA:
Se mide dependiendo de a quién amas y a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.

Por los compromisos que cumples
y las confianzas que traicionas.

Se mide por el sabor de boca que dejas a los demás
con tu presencia y con tus comentarios.

Se trata de lo que se dice y lo que se hace
y si lo que se quiere decir o hacer es dañino o benéfico.

Se trata de los juicios que formulas
y a quién, o contra quién, los haces.

Se trata de a quién no le haces caso,
o ignoras intencionalmente.

Se trata de los celos, del miedo,
de la ignorancia y de la venganza.

Se trata del amor, el respeto, o el odio
que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas.

Pero en su mayor parte se trata
de si usas la vida para alimentar el corazón de otros.


y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

La vida será contigo tan justa como lo eres con los demás.

Hacer un amigo es fácil. Pero la vida habla de ti
por aquellos amigos que fielmente supiste conservar.

Por aquéllos a los que te supiste entregar sin exigencias.
Aquéllos que cuando no estás lloran tu ausencia.