Un día salí de paseo con mi padre… De pronto, él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
Además del cantar de los pájaros, ¿Oyes algo más?
Agudicé mis oídos y después de unos segundos le respondí: Sólo escucho el ruido de una carreta.
Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía.
Entonces le pregunté con curiosidad: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si no la vemos?
Es muy fácil, sé que está vacía por el ruido. Cuanto más vacía está la carreta, más ruido hace.
Crecí y me hice un hombre. Cada vez que escucho a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de los demás, presumiendo de lo que tiene o de lo que sabe, prepotente y menospreciando al resto de las personas que lo rodean, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto más vacía está la carreta, más ruido hace.
REFLEXIÓN
"Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad hace callar a nuestras virtudes y permite a los demás descubrirlas, y nadie está mas vacío que quien está lleno de sí mismo.
El que sabe, suele hablar poco; el que habla mucho, suele saber poco. El que profundiza en las cosas, suele hablar con prudencia y con mesura
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Piensa que existen personas tan pobres, que lo único que tienen es dinero y soberbia...
Recuerda que: “Si las palabras no son mejores que el silencio lo mejor es callar... "Por lo tanto, no hagas ruido como una "carreta vacía".
“Cuando las palabras no son mejores que el silencio...lo mejor es callar...
¡No hagas tanto ruido!”