al comenzar el nuevo día,
te pido que me ayudes,
que me libres de todo mal,
de todo peligro y de todo pecado;
que sean buenas mis palabras,
mis miradas, mis sentimientos,
mis acciones y el fondo de mi corazón.
Te ofrezco Señor,
Te ofrezco Señor,
todos mis pensamientos,
obras y trabajos de este día.
Bendícelos a fin de que no haya ninguno
que no sea hecho por tu amor.
Amén.