En todas esas noches que él se quedaba hasta la madrugada,
ella también
entró en una pagina de citas y conoció a
PRINCIPE DE SATISFACCIÓN con
quien comenzó a conversar,
a tener ciber sexo y porno-chats. Con él
abrió su corazón
y descargó toda la ira que tenía retenida contra su
marido.
Un año después descubrieron ambos que nunca se fueron infieles
y
aunque en la vida real ya no se querían, la química
y la magia que una
vez los unió, todavía estaba por allí,
Se conocieron por internet:
estaban hartos de sus respectivos matrimonios y se dedicaron
a intercambiar mensajes, a seducir. El la llamaba Azúcar;
él era el Príncipe de la Satisfacción.
¿Cuánto tiempo estuvieron así?
No se sabe. Lo cierto es que un día decidieron
verse las caras, conocerse.
La relación era seria y tenían que dar el siguiente paso.
Así que se citaron. Se arreglaron para el encuentro
y se presentaron en el lugar convenido.
Y ahí llegó el horror: ella era su mujer; él era su esposo.
La historia tuvo lugar en Zenica, una ciudad de
la región central de Bosnia, y la hizo pública ayer
el semanario serbio Zabavnik .
Qué ocurrió después? Se divorciaron.
En la vida real se detestaban, aunque tampoco
podían estar sin los mensajes del otro.
De manera que solo podían divorciarse.
Los dos se acusaron de infidelidad.
El ya no quería irse a la cama conmigo comentó
El ya no quería irse a la cama conmigo comentó
Anita Sovenko a la prensa local,
“Yo le decía que, ya que por el día
no nos veíamos, por lo menos aprovechásemos
las pocas horas de la noche para estar juntos
como cualquier matrimonio.
Pero Javier siempre me respondía con la excusa de que tenía
que concluir un trabajo para su empresa.
Terminaba de cenar y se encerraba en otra habitación de la casa.
Y allí se quedaba hasta las cuatro o las cinco
de la madrugada delante del ordenador. Así noche tras noche”.