“Lo
que tiene el árbol de florido vive de lo que tiene sepultado”.
¿Quieres
dar fruto y crecer como persona? Cuida tus raíces.
SON ÉSTAS: TU VIDA DE
PAREJA,
TUS RELACIONES FAMILIARES
(CON HERMANOS, HIJOS, PADRES)
Y TU
RELACIÓN CON DIOS. Las raíces no se ven.
No se presumen, son ocultas,
pero le dan vida al árbol.
Este nuevo año regresa a ellas; sánalas y
fortalécelas.